Psicología / Mirar el propio bienestar

Me enamoro y desenamoro con facilidad, ¿es por egoísmo? Soy muy cambiante en comparación con mis amigas, igual me  gusta un chavo y pienso en él todo el tiempo y luego ya no; una vez  dije mentiras en mi casa para ir con mi novio un fin de semana fuera de la ciudad, y de regreso ya no quise verlo. Con el que ahora ando me caía super bien pero de repente me cae mal, me confundo y no sé cómo decirle que ya no lo quiero, peor que al principio él ni quería andar conmigo. ¿Cómo puedo ser otra vuelta con él como antes?

OPINIÓN

Son tan numerosas y variadas las causas por las que una persona se enamora y desenamora con facilidad (creencias, experiencias, subjetividad, expectativas individuales y familiares…), que mejor voy a centrarme en lo que tú apuntas como posible explicación: el egoísmo.

De entrada te diré que muchas personas están en desacuerdo con la manera como yo veo a esta característica o rasgo de la personalidad. Para mí el egoísmo es una fuerza vital que empuja a cada ser humano a:

Sentirse uno e individuo (que no puede dividirse); mantenerse vigilante para no perder partes de sí mismo, o cosas; establecer sus límites y distinguirse, en lugar de diluirse en una masa de gente; cuidar en primer lugar de su propio bienestar y mantenerse vivo a toda costa, en lugar de vivir medio muerto o inmolarse para que otros estén bien; buscar la propia realización y gloria, misma que de rebote puede beneficiar a otros, como cuando alguien hace un buen invento.

Mirándolo desde este ángulo, el egoísmo no estaría entre los “enemigos” a vencer, sino el no atenderlo, por ignorancia o miedo.

Por supuesto que importa señalar que el egoísmo siempre está contrapuesto con otra fuerza vital igualmente poderosa, la de fusionarse y pertenecer a un grupo o comunidad. Encontrar un equilibrio que permita satisfacer ambas exigencias ha sido tarea medular del género humano, no siempre comprendida y menos lograda. En mi libro “Lo mejor de lo peor” dedico todo un capítulo a este tema.

Regresemos a tu pregunta. Me gustaría saber si tenías y tienes puesta la mirada en tu propio bienestar, o en quedar bien y ser como los demás necesitan que seas. ¿Quiénes son tu público, los encargados de aplaudir?, ¿tú misma, o los otros? No sé si me equivoco al creer que tú no te aplaudes, tampoco lo harían tus padres si supieran tu mentira, ni los desconcertados muchachos protagonistas de tu historia que no saben qué te pasó. Entonces, ¿dónde quedaría tu egoísmo?, ¿en qué sentido estás ganando?

Mirando con verdadero egoísmo lo que me cuentas, debes ganar algo. Para eso, necesitarás abandonar alguna ignorancia o algún miedo. La ignorancia no sólo consiste en no haber aprendido las fechas históricas o a resolver una ecuación, incluye el no saber cómo somos y cómo son los demás. ¿Estás segura de que todas las personas acertamos a la primera, cuando de elegir pareja para amar se trata?, ¿que nunca nos entusiasmamos inicialmente y luego, sobre la marcha, descubrimos que estábamos equivocados? Y el miedo.  ¿Qué temes y te detiene para decir al muchacho que ya no quieres andar con él?

Es frecuente que ignorancia y miedo nos impidan tomar decisiones que sirvan a nuestro bienestar, egoístas; nos pasa como cuando uno va a la tienda y paga con tarjeta de crédito, luego, en casa, ve que el artículo no es de su talla, o sí lo es pero a la hora de pagar las mensualidades, se arrepiente de haberse comprometido a más de lo que podía cumplir. Ignorar las propias circunstancias no es egoísta, es ignorancia. Y esconderse para no pagar, en lugar de devolver la mercancía o llegar a un arreglo, es miedo. En ambos casos, el propio bienestar sale volando. Pienso que si eres un poco más egoísta para poner la mirada en tu bienestar, sabrás qué cosa hacer.

“Sicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com , al teléfono 7 63 02 51 o en facebook.com/Pascua Constelaciones Familiares.

Leave a Reply