La nacion / "Si miro a la cara a ese fantasma que tanto miedo me da, lo toco y lo afronto, este luego desaparecerá. Esto es válido para cualquier miedo. En eso se basa nuestro trabajo".
Así, la psicóloga italiana Elena Boggiani explica su método de trabajo: la llamada terapia breve estratégica, técnica que se utiliza para tratar fobias, ataques de pánico, ansiedad y obsesiones, pero que también sirve para ayudar en la resolución de otro tipo de problemas.
Boggiani estuvo en Costa Rica la semana pasada para ofrecer una capacitación a psicólogos que quieran brindar este tipo de tratamiento en sus consultorios. Dentro de los planes figura que esta sea una especialidad para los psicólogos costarricenses.
"Es normal que todos tengamos miedo en algún momento. Un miedo nos hace mantenernos alerta y actuar ante el peligro, por ejemplo, ante un terremoto. El problema se da cuando, ante situaciones cotidianas, se reacciona con miedo y eso se vuelve una constante: entonces hablamos de ‘miedo patológico’", explicó la especialista a La Nación .
El temor desproporcionado a las arañas es de las fobias más comunes en las personas de todo el mundo. | ARCHIVO Entre las ventajas que la experta señala, está el que el paciente puede ver resultados en pocas sesiones (alrededor de la sétima sesión) y el que, además, no se utilizan medicamentos.
La terapia breve estratégica consiste en hacer que la gente deje de evadir sus miedos (o situaciones que le preocupan, le causan ansiedad o estrés) y los afronte. Para ello, se utiliza primero la mente.
"Imaginémonos que alguien tiene miedo a los elevadores. Al principio, buscará utilizar las escaleras, los evitará, pero esto no hará que el problema se resuelva, y habrá un día en que deba subir a un piso 42, por ejemplo", explicó Boggiani.
¿Qué se hace entonces? El terapeuta pide al paciente crear la "peor fantasía"; es decir, que imagine la peor situación con su miedo presente.
En el caso de los elevadores, puede ser el quedarse atrapado en un piso muy alto, lleno de gente, en un elevador muy pequeño y que este caiga. Aunque a veces parezca irreal, debe ser la peor situación imaginable.
"Con el tiempo, los pacientes nos dicen que, cuanto más hacen la peor fantasía, más se calman sus pensamientos, pues ya les dieron la cara. Luego de que se supera esta parte, la persona podrá ir, poco a poco, a afrontar su miedo", agregó la psicóloga.
Boggiani sí fue enfática en que esta terapia debe ser guiada por profesionales capacitados en el área. Por esta razón, algunos psicólogos costarricenses procuran que se dicten más cursos formativos en esta disciplina.
Con Información de La nacion