VENEZUELA: Psicóloga Irene Blanco: "El padre venezolano está respetando más al niño como niño" / Correo del orinoco / La especialista en desarrollo infantil consideró como positivo que los papás compartan más tiempo con sus hijos "porque el niño necesita crecer, sintiendo que es importante, que es valioso"
La psicóloga Irene Blanco, especialista en desarrollo infantil, consideró que actualmente el padre venezolano "está respetando más al niño como niño".
En una entrevista que concedió al Correo del Orinoco , comentó que décadas atrás "los padres eran muy severos y muy maltratadores porque disciplinaban con golpes, con fuetes; pegaban con palos, con machetes".
Aunque reconoció que pueden encontrarse padres que utilicen estos métodos para someter a sus hijas e hijos, "el porcentaje se ha reducido notablemente".
Señaló que años atrás "los padres se involucraban muy poco con sus hijos" porque asumían "que su único rol era el trabajo y llevar lo que el hogar necesitaba, entonces el padre llegaba cansado, leía el periódico, se acostaba a dormir".
Pero la situación ha cambiado: "Los padres se han involucrado más en el cuidado del niño, en llevarlos al colegio.
Los padres se involucran más en las actividades escolares y acompañan más a sus esposas al médico con los niños. Los he visto en los parques y eso me parece bonito, me parece algo muy positivo porque el niño lo necesita".
Recalcó "que el niño necesita crecer sintiendo que es importante, que es valioso, que es amado. Muchos niños crecieron con esos padres ausentes, que estaban en casa, que nunca habían faltado a su hogar, pero que estaban todo el día trabajando y cuando llegaban a la casa se involucraban muy poco con el niño".
Blanco opinó que este cambio es consecuencia de la multiplicación de talleres para padres en las escuelas: "En muchos colegios existe la figura del psicólogo escolar que orienta a la familia. Antes parecía que el niño no tenía derecho a opinar y tenía que someterse a lo que dijeran los padres. Ahora se respeta más al niño, se toma en cuenta su opinión y se llegan a acuerdos".
LAS MADRES TAMBIÉN HAN CAMBIADO Blanco manifestó que las madres venezolanas también son distintas: "Antes estaban en la casa. Pero ahora ha salido al mundo, ha salido a la calle, ha estudiado, se ha preparado".
Adicionalmente, las mujeres han propiciado que los padres se comprometan en la educación de las hijas y los hijos: "Al niño le hace falta la presencia del padre que es la figura que va a dar protección, que va proveer lo que el hogar necesita, que va a cuidar. El niño, cuando tiene un papá que se involucra, que conversa, que juega" logra un mejor desarrollo emocional.
"Es fundamental el respeto. Cuando el padre no respeta, el hijo crece con rabia, con amargura, con resentimiento y son heridas que va a costar mucho sanar. Y esa rabia se va acumulando y por eso tenemos muchos jóvenes adolescentes que se creen los dueños del mundo y que se enfrentan de tú a tú con los padres. Es muy doloroso llegar a eso y no debería pasar".
RETOMAR LAS ACTIVIDADES FAMILIARES A pesar de los cambios, Blanco lamentó que tanto madres como padres dedican mucho tiempo al trabajo y no comparten con sus hijas e hijos: "No hay un tiempo de intimidad familiar. Ni siquiera existe el almuerzo en familia, o la cena en familia porque cada quien come en su cuarto con la televisión. Eso no está bien".
La psicóloga planteó que deben retomarse las actividades familiares: "La tecnología nos ha alejado porque cada uno está metido en su aparato (en su celular) y además tiene unos audífonos. Entonces estamos desconectados".
Propuso que en los hogares se promueva la comunicación efectiva: "Mirarnos a los ojos, estimular las caricias y la ternura, los juegos, la alegría".
Para ello, los padres pueden retomar juegos como las adivinanzas, el monopolio o las cartas: "Observo muchos padres que van al parque y los niños no juegan en los columpios, sino que se sientan en los banquitos con los celulares. Y el papá está en otro banco con el celular. Eso da tristeza".
Blanco recomendó a los padres salir una vez al mes con sus hijas e hijos sin el celular: "Uno debe aprender a renunciar a las cosas que pueden estar interfiriendo en la intimidad familiar, en la conversación amena. Hay que pasar un tiempo de calidad, mirándonos a los ojos".
Advirtió, además, que la prioridad nunca debe ser el trabajo, sino la familia: "El dinero no da la felicidad. De qué me sirve tener tanto dinero, si no tengo una familia bonita con quien compartir".
Consideró que se debe trabajar "en función del verdadero tesoro que Dios nos ha dado, que es la familia. Eso es lo que vamos a dejar como legado, los recuerdos bonitos, las risas, el apoyo".
Añadió: "Hay que dedicar un tiempo, cada día, para hablar con los muchachos, para abrazarlos. Amamos a los hijos, pero a veces nos cuesta demostrarles ese amor. Hay necesidades emocionales que no están cubiertas y los niños crecen con un vacío existencial, espiritual y después se les va a hacer difícil formar hogares sanos, van a dar tumbos en la vida, van a fracasar una y otra vez".
T/ Janet Queffelec Padrón F/ José Luis Díaz
Con Información de Correo del orinoco
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