"Sexo al paso" en Mendoza: el análisis de una profesional – MDZ …

El tema del "sexo al paso", práctica que se  en algunos lugares de Mendoza ha calado hondo en la opinión pública mendocina a partir de la nota de MDZ, que se preocupó sobre todo por la posibilidad de que estas conductas sorprendan a menores.

MDZ consultó a Laura Schuster, psicóloga y miembro del área de capacitación del programa de salud reproductiva del Ministerio de Salud, con el fin de poder analizar este comportamiento. 

Para empezar, la profesional consideró que "estas acciones justamente no tienen que ver con lo clandestino ni con lo express. Ahora que está todo tan liberado, tan permitido, tan posibilitado, pareciera que uno puede hacer públicas algunas actividades que son del ámbito privado. Por eso quien las practica no las ve como express, ni es un ser reprimido o escondido, sino todo lo contrario: el fin es mostrar una actividad que es privada, a otro... para ver realmente cómo reacciona".

"Hoy esta cosa tan pública que se ha hecho de la sexualidad hace pensar erróneamente que pareciera estar permitida en cualquier lado. Y no debemos catalogar a los lugares en donde se practica en 'buenos' o 'malos'. Cualquiera sea el espacio, son solo lugares donde la gente expresa cosas, y no le importa ni cuidarse, ni su intimidad, ni su vida privada", sigue Laura.

"Esto linda con el tema del atropello al otro. Porque en el caso de realizar estas reuniones en baños, no se elige esconderse en un box, o en un gabinete, sino mostrarse al otro a ver que le pasa, a ver que le genero".

"Enfrentarse a este espectáculo, pensando en un menor, no solo es fuerte: usaría la palabra horroroso. No solo por el tema de lo sexual, sino por el acto de obligar al otro. Ni siquiera le doy la posibilidad de elegir si quiere ver o no: sino que se obliga a presenciar", sentencia Schuster.

"No me parece catalogar a los lugares en donde esto supuestamente se practica como 'lugares bien o no bien'. Más bien me inclino a proponer que cualquiera sea el lugar, quienes son sus responsables deben tomar la decisión de que estén un poquito más cuidados, más vigilados. Además se debe acompañar a los chicos", aconseja la psicóloga.

¿Por qué las personas eligen este tipo de expresiones sexuales?

"Primero quiero dejar en claro que estas situaciones que se producen no tienen nada que ver con un tipo de orientación sexual determinado. Pueden darse en personas heterosexuales, como en homosexuales; y tampoco tienen ni siquiera que ver con una invitación o una seducción, como antes si pasaba, en las 'teteras' históricas. Realmente hoy tienen la connotación de mostrar, de exhibir e impactar, provocar. Generalmente en el otro la reacción es el rechazo, y no acercamiento", explica Schuster.

"Creo que la reacción de horror del que se lo encuentra es la reacción principal, por lo desubicado del lugar, y del momento. Lo que pasa es que en un acto de este tipo directamente no se puede ni se quiere sostener una intimidad, algo privado. Lo que se quiere es hacer todo público, mostrarlo: lo que uno tiene, lo que puede, lo grande, lo vistoso, lo florido", analiza Laura.

"Toparse con esta situación desubicada en un lugar público es una situación de abuso. Ya sea uno un mayor de edad, o un niño. Entrar a un baño, a una plaza, a un parque y ver semejante cosa es un abuso. Avisar, informar lo que está pasando –en el caso de un mayor- o correr a avisar a sus padres –en el caso del niño- es lo correcto y debería generar algún tipo de denuncia", dice tajantemente.

"Finalmente, pienso que alguien que hace esto está lejos de ‘decidir’ realizarlo: es más un acto impulsivo que otra cosa", cierra.  

¿Qué decirle a un menor?

"A los niños hay que enseñarles a cuidarse desde chicos, desde todos los ángulos, del mismo modo. Hay que enseñarles a no irse con extraños, y advertirles que hay cosas que no hay que presenciar: que hay que darse vuelta rápido e irse", dice Schuster. 

"En el caso concreto de un baño público, o semipúblico, se le deja en claro para qué es y para qué se va, y si ve o presencia otra cosa allí hay que darse vuelta, irse rápido y avisar a los papás o a un guardia. Hay que enseñarle a los chicos a hablar y a que no se asusten", continúa la profesional.

"A los adolescentes hay que dejarles bien en claro la diferencia de lo público y lo privado: lo que uno puede mostrar, de lo que uno puede hablar en público, y lo que no debe hacerse: lo sexual es privado".

Leave a Reply