Se suman las voces en repudio al accionar del COT en Tigre

Se suman las voces en repudio al accionar del COT en Tigre

La madrugada del 22 de julio, la psicóloga Myriam Poblete recibió un llamado de urgencia de un paciente. Carlos ya tenía antecedentes de intentos de suicidio y la terapeuta se preocupó. Subió a su auto y, en el apuro, pasó dos semáforos en rojo por avenida Hipólito Yrigoyen. Un móvil de tránsito del Municipio de Tigre comenzó a perseguirla y la obligó a frenar. Como no tenía el comprobante de pago de la póliza de seguro, quisieron retenerle el auto. La mujer se negó. Aparecieron entonces una camioneta del Centro de Operaciones Tigre (COT) y otra del Comando de Patrullas Comunitarias (CPC) de la Bonaerense. Los agentes la amenazaron y Myriam, mientras se resistía a bajar del auto, trataba de sacarles fotos. Eso los enfureció y el episodio culminó con una feroz golpiza. El caso, revelado ayer por Tiempo Argentino, se suma al historial de denuncias por las prácticas agresivas del COT.

Según la víctima, la oficial Sandra Costa abrió la puerta del conductor e intentó manotearle el teléfono. Claudio Gatica, compañero de Costa, se sumó a la redada y le pegó una patada en la zona vaginal. La agarraron de los pelos y la golpearon hasta bajarla del auto. Cuando lo lograron, un uniformado la tomó por el cuello y le dañó dos vertebras. El teléfono celular con las pruebas terminó destruido y la psicóloga permaneció más de una hora sentada en la comisaría, sin recibir atención médica, hasta que la llevaron al Hospital de Pacheco. "Tuve mucho miedo de que me matasen", confesó.

Los cuestionamientos al COT ya se hicieron sentir la semana pasada, cuando se difundió la filmación de una detención brutal por parte de agentes de esa fuerza. Las imágenes muestran a un efectivo usando las esposa como arma, golpeando al supuesto asaltante en la cabeza. Fue a plena luz del día, en Italia al 200. Otro caso que se tornó público ocurrió en febrero de este año, cuando el Frente Para la Victoria de Tigre denunció al personal del COT por "los hechos de violencia institucional a los que sometieron al concejal Federico Ugo, a militantes del Movimiento Evita y a vecinos isleños", luego de "cacharlos" y rociarlos con gas pimienta durante una protesta.

Más allá de los casos que adquieren difusión, los vecinos denuncian a diario -muchas veces a través de las redes sociales- situaciones de amedrentamiento por parte de efectivos del COT. Especialmente contra jóvenes de bajos recursos, práctica que se repite de otras fuerzas. "Iba por Cazón con mi marido y vimos que le estaban pegando patadas a un pibe. Cuando nos acercamos, vemos que eran mi sobrino y un amigo. Decían que los habían encontrado fumando 'faso'. Los cruzaron y los hicieron tirar al piso. Mi sobrino decía que era un cigarrillo y que recién salía de la peluquería. Dos señoras que venían de ahí se acercaron para decir que los chicos no estaban haciendo nada", contó a este diario Claudia Giménez, vecina de Rincón de Milberg.

"Cuando mi hijo sale a dos cuadras de casa, lo hago ir con documentos. Por el COT, porque tienen costumbre de pegarle, de llevarlo porque sí. Ellos mismos te dicen que llega fin de mes y tienen que llenar papeles, mostrar que trabajan", advirtió la mujer, quien lidia contra las influencias de la fuerza municipal desde septiembre del año pasado, cuando su marido sufrió un grave accidente automovilístico que casi le cuesta la vida. "El hombre que lo atropelló era un conocido del COT y lo dejaron ir. En la comisaría, mientras mi marido casi se estaba muriendo, al conductor le devolvieron el auto. No tenía registro ni seguro y el coche no estaba a nombre de él. La causa está encajonada".

 

Denuncian que no se investigan las causas por trata en el distrito

El lunes, cuando trascendió el rescate de cuatro víctimas de explotación sexual en Don Torcuato, varios vecinos salieron a alzar la voz por la poca investigación de este tipo de delitos en la zona. "Denuncié que mi señora fue abordada por seis personas que le sacaron la cartera y la agarraron de un brazo. Le decían que eran policías y la tenían que llevar a otro lado para salir de testigo. Pero no tenían uniforme y estaban en dos autos de civil. Hice la denuncia, nunca la llamaron a declarar. Siempre me quedó la duda de si fue un intento de secuestro", relató Juan Carlos Medina, vecino de Don Torcuato y miembro de la Mesa Interbarrial de esa localidad.

Tampoco avanzó la investigación por la muerte de Alexandra "Keka" Ramírez, la sanfernandina de 15 años que en febrero apareció muerta en un zanjón de Ricardo Rojas. Su familia denunció que era explotada por una red de trata y que falleció luego de que la obligaran a subir a un auto con un hombre. "Quedó todo como que ella se iba a prostituir por su voluntad; la que maneja la red está como si nada en la casa. Todos la conocen. Ella estaba con menores y las hacía trabajar. No se cerró el caso todavía, pero no hay respuesta de nada", se quejó Gabriela Benítez, prima de la víctima. 

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