Se trata de Damián "Bebe" Cano (32), quien ya fue condenado a prisión perpetua por el crimen de su suegra, Susana Aguilar (51), ocurrido dos meses después del hecho por el que comenzó a ser juzgado esta mañana.
Cerca de las 9 y sentado frente a los jueces de la Cámara Penal 3, Cano se abstuvo de declarar por el "homicidio doblemente agravado por femicidio y alevosía" de Rojas (31), pese a que en la instrucción de la causa había confesado el crimen.
Luego, el debate continuó con la declaración del médico forense Sergio Andrada, quien afirmó que "la primera puñalada del agresor dejó a María Eugenia Rojas sin defensa y es la que le causa la muerte por asfixia".
"Después le hace dos heridas más, dentro de todo superficiales, no tan graves y por último, ya sobre la víctima, cambia la posición del cuchillo y le asesta el último golpe", aseguró el testigo.
Rojas fue asesinada a puñaladas el 29 de enero de 2013 en su departamento de avenida Virgen del Valle al 100, en la capital catamarqueña.
Ese día, el homicida prendió fuego el inmueble antes de huir para borrar huellas, tras lo cual, alrededor de las 22.30, el cadáver, que presentaba dos puntazos, fue descubierto por personal de Bomberos que fueron a sofocar el incendio.
Poco después del crimen, los investigadores detuvieron a un amigo de la mujer, Mauro Orce, quien fue excarcelado y finalmente sobreseído en diciembre último.
Por su parte, Cano fue detenido inicialmente por el crimen de su suegra, descubierto el 31 de marzo de 2013 tras un incendio en el domicilio de ella, en un edificio ubicado en pleno centro catamarqueño.
El hombre confesó haber cometido ese crimen, por el que en diciembre del mismo año fue condenado a prisión perpetua.
Mientras estuvo detenido por haber matado a la madre de su mujer, Cano también admitió ante la Justicia haber asesinado a la psicóloga, pero en un primer momento el Ministerio Público Fiscal no le creyó ya que consideraban que el homicida era Orce.
Ante esta situación, se le tomaron muestras de ADN a "Bebe" que fueron cotejadas con los rastros hallados en la escena del crimen, lo que arrojó resultados positivos en una botella de gaseosa, colillas de cigarrillos y un preservativo abierto pero sin usar.
Este es el tercer juicio oral por "femicidio" en Catamarca, luego de los realizados por los crímenes de María Rita Valdez, descuartizada junto al dique El Jumeal en marzo de 2013, y Keila Reynoso, violada y estrangulada en diciembre del mismo año en Fiambalá.
En caso de que Cano resulte condenado, podría ser el primer homicida en obtener dos sentencias a prisión perpetua en la provincia.