Revertir mala compresión lectora: ¿Qué tipo de libros capturan la …


Los resultados del Simce en cuanto a comprensión lectora no hay sido muy alentadores en los últimos años. Es por eso que cada vez se hace más necesario incentivar la lectura en los niños desde pequeños. Y en el marco de la recién inaugurada Feria Internacional del Libro de Santiago, FILSA 2015, que se desarrolla en la Estación Mapocho, la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Guila Sosman, entrega algunas orientaciones para elegir el mejor libro para cada niño y de acuerdo a su etapa de desarrollo.

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De 0 a 2 años, recomienda cuentos muy breves, de material resistente y que llame la curiosidad del bebé al tocarlo. “Lo principal son las imágenes, junto con el ritmo y narración que los padres realicen al contar el cuento. También es importante que el bebé pueda manipularlo y que vaya pasando las páginas, con la finalidad de estimular su desarrollo motor y que se vaya familiarizando con los cuentos”, indica la psicóloga.

De los 3 a los 4 años, sugiere cuentos cortos, lineales y con ilustraciones atractivas que apoyen el relato. “Son ideales las historias basadas en actividades cotidianas, como jugar, bañarse o dormir; que hablen sobre miembros de la familia o amigos, de los animales y el entorno. Es la época en que los niños se están planteando el porqué de las cosas”, señala.

A partir de los 5 años,  el desarrollo de la imaginación es fundamental, por lo que los cuentos de hadas, princesas o animales humanizados son una excelente alternativa. Deben tener un argumento sencillo, una trama lógica y un buen final. “Los cuentos de hadas poseen una función fundamentalmente formadora, dado que invitan a que el niño abra su imaginación a nuevas dimensiones y temas a los que le sería muy difícil llegar por sí solo”, plantea la especialista. Aquí entran los clásicos como Blanca Nieves, Cenicienta, Caperucita Roja, Aladino y El Gato con Botas.

En este punto, y contrario a lo que piensan muchos padres, Sosman dice que también es bueno presentarles a los niños historias con contenidos tristes y angustiantes, con temáticas universales como la vejez, la rivalidad fraterna, la muerte o enfermedad de un familiar, el abandono del padre o la madre.

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Ya hacia los 7 años, los cuentos de aventuras, los héroes y las fábulas entran en escena, con protagonistas humanos y personajes secundarios que contribuyen a su desarrollo social, cognitivo y moral. “Los niños y niñas se pueden identificar con el héroe o heroína, para así hacer suyas características positivas como la bondad, la generosidad y la honestidad, entre otras”, comenta la experta.

A partir de los 8 años, se pasa gradualmente del cuento a la novela, con textos más largos y con más descripciones, pero donde los buenos y malos están claramente definidos. “Los libros de aventuras, de ciencias y viajes son muy atractivos en esta etapa”, sugiere.

Cerca de los 10 años, se incorporan los libros de ciencia ficción, de misterio y de amor. “Aquí encontramos las historias de brujas y fantasmas, las grandes aventuras de Julio Verne y las historias románticas no melodramáticas”, precisa.

AgenciaUno

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