Durante la investigación en curso que autoridades siguen en contra de la psicóloga María Alejandra Lafuente, quien el mes pasado asesinó y descuartizó a su pareja sentimental en la Ciudad de México, podría estar involucrada en otros crímenes.

Se ha dado a conocer que en 2012 autoridades capitalinas hallaron a las afueras del domicilio de la familia Lafuente, en la colonia del Valle, una cubeta en cuyo interior había una cabeza humana y un brazo.

También se informó que meses antes de este macabro hallazgo, Alejandra Lafuente estuvo presa en el penal de Santa Martha Acatitla, porque intentó asesinar a su primer marido frente a su hija, una menor de edad, sin embargo, abandonó el penal en pocos días, porque fue declarada inimputable.

El primer esposo de Alejandra manifestó lo siguiente al rendir su declaración luego de ser atacado por su cónyuge:

"Ésta me pidió (la psicóloga) que entrara a su sala y me sentó en un sofá que se encontraba cubierto (de plástico), hecho que me pareció extraño; sin embargo, ante la insistencia de la señora accedí y me senté en el sofá; posteriormente, mi ex cónyuge me pidió que cerrará los ojos, porque mi menor hija iba a darme una sorpresa, y aunque de principio me negué, fui cubierto de los ojos por la tercera perjudicada para supuestamente recibir una sorpresa por parte de mi hija.

Según su declaración, antes de que el hombre se diera cuenta, Alejandra lo golpeó con un atizador para chimenea, él trató de calmarla y escapar pero todas las puertas estaban cerradas por lo que Alejandra continúo con la tortura al herirlo en el abdomen con un cuchillo de cocina y en el forcejeo, morderle un brazo y tratar de inyectarle una sustancia desconocida, hechos que fueron presenciados por la pequeña hija de la pareja.

A pesar de la acusación del hombre y de que Alejandra fue detenida, abandonó el penal en pocos días al ser declarada inimputable.

Las primeras pesquisas sobre el asesinato de su esposo, Allan Carrera Cuéllar, develaron que estos se conocieron luego de que la psicóloga regresara a ejercer su profesión tras haber estado recluida en un lugar para enfermos mentales, en la Torre de Tepepan. Se sabe que Allan Carrera era paciente del padre de Alejandra, el psiquiatra Alberto Eduardo Isidro Lafuente Grimaldi.

Fotografía: Facebook