Parejas, ambos necesitan terapia si hay violencia: psicóloga

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUL/2014).- La psicóloga adscrita al Centro Comunitario de Salud Mental (CCSM) 1 del IMSS en Jalisco, Olga Castañeda Ortega, indicó que si hay problemas de violencia en una pareja, ambos necesitan terapia.

Añadió que son muchos los factores que intervienen para que una persona actúe de forma violenta, desde cuestiones genéticas, ambientales y socioculturales, uso de drogas o consumo de alcohol, además de algunas alteraciones neurológicas, hormonales o trastornos de personalidad.

Dijo que algunas hipótesis han señalado que el varón puede tener una predisposición mayor a la violencia, debido a ser portador de alteraciones en un gen determinado o incluso su carácter mostrarse más agresivo debido a descompensaciones de tipo hormonal.

"Se ha descrito la existencia de un gen alterado en el género masculino que podría ocasionar mayor violencia, y también que existen características genéticas asociadas a esto, sin embargo, la conducta violenta es multifactorial", afirmó.

Indicó que algunos trastornos como déficit de atención o borderline (también conocido como personalidad limítrofe), pueden incluir rasgos de agresividad, al igual que otros padecimientos, como la epilepsia.

Manifestó que el uso de drogas y consumo de alcohol son factor de riesgo para desarrollar conductas agresivas, ya sea dirigidas hacia otras personas o autoagresiones.

Refirió que por cuestiones culturales, el varón suele expresar frustración e incluso tristeza mediante la irritabilidad, "lo cual, sin control, puede llevarlo a tener episodios de ira considerables".

Explicó que la sociedad juega un papel fundamental en las conductas violentas de los individuos, debido a que es un círculo vicioso, respecto a que tienden a repetirse patrones familiares o a reacciones ante otras personas que ejercen violencia de la misma manera que son agredidos.

Enfatizó que en una pareja donde la violencia está presente, ambos requieren ayuda profesional, debido a que aunque uno sea el agresor activo el otro fomenta, con una posición pasiva, que continúe el ciclo de violencia.

"Están metidos en círculos de violencia, ambos son violentos, en una relación de pareja no hay un bueno o un malo, sino dos personas en una misma relación que favorecen que se presenten las conductas agresivas", resaltó.

Detalló que es necesario poner límites, si es que se convive con una persona agresiva, ya sea que se trate de un vecino, compañero de escuela, familiar o alguien que se encuentra en su mismo medio para evitar ser presa de abusos continuos.

Detalló que en ciertos casos, la psicoterapia puede ir acompañada con tratamiento farmacológico, sobre todo si el paciente presenta alguna lesión cerebral que lo haga más propenso a tener actitudes de impulsividad, o si presenta algún desorden de personalidad, o bien si fue objeto de violencia en su infancia y vida familiar.

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