La madre del joven asesinado en Villar del Rey y la psicóloga que lo trató por problemas de relaciones sociales no apreciaron ayer en sus declaraciones en el juicio con jurado, indicios de que Juan Manuel sufriera depresión ni consumiera drogas. Su madre, Martina Chaparro, sí lo vio "muy afectado por mi operación de cáncer y el tratamiento de quimio", como lo que corroboraron su otro hijo, Feliciano, y la psicóloga María del Mar Fernández, quien afirmó que "tenía problemas para relacionarse, en la oenegé con la que colaboraba y al realizar trámites con la Administración", contó. Por lo demás, "se preocupaba de su familia" y "tenía proyectos en el campo", dijo.

Chaparro declaró que "la última vez que lo vi fue la noche que murió. Me llevó un zumo y me dijo que iba al campo a ver la yegua". Señaló que conoce al acusado porque su hijo y él "estaban juntos desde chuiquininos"; que Juan Manuel quería que D. E. C. sacara su yegua de la finca "porque no pagaba el pienso". Y recordó: "Cuando me levanté para ir al servicio y vi que no estaba, me preocupé".

Estos fueron algunos testimonios de entre los 17 testigos que declararon en la segunda jornada del juicio contra D. E. C. por homicidio, según el fiscal, y asesinato, según la acusación particular; la defensa mantiene que hubo un delito de lesiones por el que solicita 3 años de cárcel, pero niega que lo matara y lo arrojara a un pozo.

Otro testimonio de interés fue el de la pareja del acusado, que declaró a pesar de reconocer a la fiscal que sí asistió como público a la declaración de su compañero, a pesar de la advertencia del presidente del tribunal de que los testigos no podían estar presentes en la sala antes de declarar.

La mujer cambió su declaración respecto de la que realizó ante la Guardia Civil, según puso de manifiesto la acusación, y afirmó que D. E. C. "llegó nervioso a casa" la noche de autos y que cuando le preguntó qué le ocurría, le respondió que había discutido con Juan Manuel. "Dijo que temía que viniera a casa a montar la parda, estando los niños", y que "se pasó la noche mirando por la ventana, por si venía".

La letrada de la acusación, Niobe Sánchez, afirmó tras la vista oral que "la defensa, poco menos que insinúa que Juan Manuel se tiró él mismo al pozo; alguien ha llegado a decir que creían que se había podido suicidar y veremos cómo todo esto lo aclaran los informes forenses". El juicio continúa hoy con la declaración de agentes que intervinieron en el caso y los peritos forenses.