Es difícil decirle a la gente que un psicólogo no es para los que están locos, si no que por salud mental, es necesario acudir a terapia. Pero muchas personas no cambian de idea hasta que visitan a uno de ellos. Claro que al igual que en las boticas, hay diversas corrientes psicológicas y por ende, no saben regularmente a quien acudir, y van al primer psicólogo o psicóloga que se les atraviesa en el camino. Pero esa, es otra historia, y mis colegas, saben a qué me refiero, pero por ahora, lo dejaré a un lado.

A ver, les comento, cada ser humano tiene las herramientas necesarias en su interior para salir adelante con cualquier situación difícil que se le presente en la vida, pero, (el famoso pero) no saben cómo utilizarlas y hacerle frente al mismo; ahí es cuando entramos los psicólogos al quite.

Un psicólogo (a), los va a ayudar a visualizar de manera objetiva, la problemática que presentan para que el mismo paciente, sea quien de la mano del profesional, tenga otra expectativa de dicha situación y pueda superar la misma.

Que no es lo mismo que ir a pedirle ayuda a la comadre, la vecina, o la amiga, el novio, o cualquier amistad, porque ellos, sí están para consejos, un psicólogo, claro que no. He ahí la pequeña diferencia.

Una de mis mejores amigas, recién ha pasado por una ruptura muy fuerte con su ex pareja de muchos años; obvio que me tiene la confianza para contarme sus secretos, pero, yo sólo puedo platicar con ella como lo que soy, una muy buena amiga, nada más.

¿Porqué no la puede atender yo siendo psicóloga? Porque al ser amigas íntimas, nos une un lazo afectivo muy fuerte, por lo que no podría ser objetiva y por lo tanto, estaría en el papel de la “comadre-que-da-consejos”, lo que en vez de beneficiarle, le podría perjudicar, porque entonces, me pondría a llorar con ella y a atacar con todo al inútil de su ex novio.

Eso no es ético en los psicólogos, así que esa fue la razón por la que la canalicé. Y no, tampoco puedo atender a mis hermanos, primos, padres y todos a quienes me una afecto. Lo siento.

Sé que a muchos hablar de psicología les parecerá aburrido, banal, que no tiene caso… No siempre es así, hay tantos temas que tratar, pero a fin de cuentas, todos de uno u otro modo, somos psicólogos empíricos, y es una parte de nuestra personalidad, eso es definitivo.

Y de quienes he escuchado de manera recurrente que se niegan a ir con uno, son los hombres; empezando con mi ex difunto, digo, ex esposo, muchas veces le dije que fuéramos a terapia de pareja, cuando me di cuenta que nuestra relación no era muy estable que digamos, y ¿saben qué me contestó?, efectivamente, que no estaba loco, que no le hacía falta ninguno, y que en la casa lo podíamos arreglar.

Por cierto, no es el único que lo ha dicho; haciendo un sondeo entre mis amigos, me confirman que en efecto, el machismo, aunado a la poca cultura que existe en México sobre las terapias psicológicas, ocasionan que ellos piensen que no ocupan de nadie más que de ellos mismos para salir de cualquier problema.

Si me hubieras hecho caso, ¡hoy no estuviéramos divorciados! Pero como el ´hubiera´ no existe, en fin, de cualquier forma, gracias por mi libertad. ¡Jajajaja!. Reconozco que al final, dijo que sí, pero para ese entonces, ya era muy tarde para mí.

No exagero si digo que puedo contar los dedos de mi mano más de dos veces si conozco a muchos novios y esposos (hoy ex novios y ex esposos) que pudieron salvar su relación acudiendo a terapia de pareja, pero ¡no!, sus múltiples pretextos, más el ¡qué van a decir mis amigos! evitaron que fueran, entre otros motivos. Eso sí, regularmente las mujeres, que somos más sensibles en todo, estamos más dispuestas a salvar una relación y a nosotros mismas, por eso, somos quienes con mayor frecuencia acudimos con un profesional en esta materia, por eso un aplauso! Y llevamos a la mamá, y a los hijos, parte fundamental en nuestras vidas para quienes los tienen.

Podría seguir escribiendo mil tópicos sobre la psicología ( ¡y qué decir de los psicólog@s!) pero mejor, por el momento, mejor les pregunto, y tú, ¿estarías dispuesto a hacer lo que fuera por salvar tu situación actual? Corre, ve con el psicólogo al que más confianza le tengas y me cuentas despúes…..

Licenciada en Psicología Ariadna Martínez

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