Dale fuerza a la mente

El mindfulness o yoga mental es una nueva tendencia que ayuda a desarrollar un nuevo “músculo” cerebral útil para resolver conflictos con mínimo desgaste

El mindfulness es una práctica, psicológica que consiste en dedicar atención plena, al momento presente. Sus practicantes no necesitan medicamentos modificadores del estado de ánimo, como ansiolíticos, antidepresivos o analgésicos.

“Desarrollan un nuevo ‘músculo’ cerebral gracias al cual se resuelven más eficazmente los problemas”, afirma la psicóloga y escritora Alejandra Vallejo-Nágera, maestra de mindfulness en hospitales, centros educativos y empresas, y formadora en el Instituto Coca-Cola de la Felicidad, en España, según ABC.

Este método ayuda a resolver conflictos mentales con el mínimo desgaste, y empresas como Google dan formación específica a sus empleados.

“Su aprendizaje está al alcance de cualquiera y puedes practicarlo en la playa o incluso en la cocina de casa”, refiere Alejandra Vallejo-Nágera.

“Los beneficios son enormes: te hace sentir mejor en tu día a día, modifica las ondas cerebrales que favorecen la agilidad mental y la coherencia intelectual y física, es una vía para recuperar la capacidad de prestar atención y reencontrar la ilusión y la confianza, cultiva el arte del respeto a ti mismo y a los demás y produce calma interior”, dice Vallejo-Nágera.

El ejercicio estrella del mindfulness es la meditación, “una medicina poderosa a través de la cual se pueden tratar con amabilidad las partes de ti mismo que no aceptas y que te hacen sufrir”, indica la psicóloga. “Enseña a gestionar de una forma más sana tus reacciones, en especial las que te hacen daño y causan sufrimiento a otros; desarrolla habilidades para afrontar los desafíos de la vida; libera hormonas que propician estados de confianza y de calma, incluso ante situaciones externas conflictivas; favorece la atención y el acceso a los datos archivados en la memoria que podríamos necesitar a la hora de resolver un problema; descubre los patrones mentales que condicionan nuestro comportamiento; fortalece el sistema inmunológico; ayuda a tomar conciencia del estado de nuestro cuerpo con el fin de reaccionar antes de que se desencadene una enfermedad”. Pero hay más beneficios.

El yoga se utiliza cada vez más en entornos clínicos para una variedad de problemas de salud mental y física, en particular enfermedades y preocupaciones relacionadas con el estrés, y ha demostrado eficacia prometedora. Entre sus efectos, se sabe que afecta al metabolismo de las grasas y la pérdida de peso. De acuerdo con el doctor Ángel Durántez, director médico de Neolife, mejora hasta un 36% la sensibilidad a la leptina y a la insulina, reduciendo su resistencia a esta última, que se asocia con sobrepeso o diabetes.

La leptina es una hormona que reduce el apetito y la grasa corporal, y la insulina, producida en el páncreas, favorece la utilización de glucosa en tejido adiposo, muscular y hepático. Un estudio reciente revela que los monjes tibetanos tienen la habilidad de generar un alto calor corporal a través de la práctica del Yoga Tumo, estimulando el metabolismo de la grasa parda, capaz de quemar energía en lugar de almacenarla.

La práctica secular de la meditación está asociada a una serie de efectos fisiológicos y cognitivos, incluyendo la presión arterial más baja, disminución del cortisol, la hormona del estrés, engrosamiento de la corteza cerebral y activación de las áreas del cerebro asociadas con la atención y la regulación de las emociones. Pero también tiene efectos visibles en el exterior. En cuanto al envejecimiento, la psicóloga Vallejo-Nájera señala que quien practica la meditación tiene menos arrugas y envejece más tarde. “De algún modo podría decirse que la meditación actúa a manera de elíxir de juventud mental y físico”.

Francisco López-Seivane, promotor del yoga en España y autor de “Cosas que aprendí de Oriente”, escribió que los cuatro principios fundamentales para una vida equilibrada, joven y feliz son: dieta (sana y natural), respiración (aporta vitalidad y concentración), ejercicio (sobre todo el yoga te hará flexible y equilibrado) y meditación (descubre el silencio interior, la paz y la dicha). ¿Probamos a ponerlos en práctica estas vacaciones?

¿Le apetece perderse solo en lo alto de una colina en Ibiza, entre flores y plantas aromáticas? ¿Necesita limpiar su organismo con unos días de ayuno? ¿Quiere probar la dieta vegana a base de productos kilómetro cero? ¿O tal vez practicar yoga en un entorno único? ¿Y qué me dice de regalarse unas clases de SurfPilates o simplemente tumbarse a leer en una cala solitaria? Esta es nuestra lista de propuestas para darle un respiro a nuestro cuerpo y a nuestra mente.

Practicar yoga y mindfulness puede tener el mismo efecto en el cerebro que los antidepresivos y la psicoterapia, según apuntan varios estudios recientes. Un metaanálisis que recogía más de cien estudios ha revelado que el yoga tiene efectos beneficiosos en la depresión, los trastornos del sueño o la esquizofrenia.

El director médico de Neolife, Ángel Durántez, explica que algunos de esos estudios sugieren que estos efectos beneficiosos se deben a la acción sobre los neurotransmisores y la secreción de serotonina, como demuestra un estudio reciente publicado en “Physiology behavior”.

Otro trabajo publicado en “The Journall of the American College of Cardiology” registró cómo, después de tres meses de yoga, la media de pulsaciones en reposo de los participantes disminuyó de 67 a 61 latidos por minuto. Además mostraron menor ansiedad, depresión e incluso agresividad.

Y otro estudio más investigó esta vez los efectos del Hatha Yoga en la presión arterial en niños hipertensos, una patología cada vez más frecuente, y demostró que a los tres meses de practicarlo, los pequeños tenían cifras más bajas.

 

“De algún modo podría decirse que la meditación actúacomo elixir de juventudmental y físico” —Alejandra Vallejo-Nájera, psicóloga

 

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