El Servicio de Asistencia a la Víctima de Delito de Esquel comenzó a aplicar un protocolo grupal e integrativo para las personas que han sido víctimas de los incendios en la cordillera de la provincia.
La psicóloga a cargo, Luisa Pasquini, explicó que se trabaja primeramente con una piso-educación, se les informa los signos y síntomas que tienen después de un evento de estas características. “Las personas reaccionan de distintas maneras, es un hecho inusual, no natural y vamos a tener respuestas no naturales”, advirtió.
Las secuelas que podrían padecer las personas afectadas por los incendios, pueden ser el insomnio, irritabilidad, problemas digestivos y alimentarios, hipervigilancia. “Cuando fuimos al lago Futalaufquen vimos que la gente no quiere dormir porque esta hiper alerta porque el fuego estuvo a metros de su vivienda, no viven tranquilos”, señaló.
Pasquini indicó-en Radio Del Mar- que luego se trabaja con operadores en salud mental, personas capacitadas que ya asistieron en otras catástrofes. Y aseguró que no hay un tiempo estimado para la asistencia “son varias sesiones, después se les toma una serie de pruebas que miden los efectos”.
La especialista detalló que una persona que ha sufrido un incendio de estas dimensiones, puede tener stress agudo, stress post traumático que “puede durar meses o 20 años. Es importante saber cómo prevenir y como diferenciarlos”.
Por último, Pasquini puntualizó que las secuelas serán producto del trauma y al no ser condiciones naturales, se dificulta que las personas puedan identificarlas. “Puede haber problemas de alcoholismo, consumo de sustancias para controlar, para dormir, eclosionan en muchos casos la ira. Vamos a tener un año de muchísimo trabajo por las consecuencias en las personas que viven esta situación, operarios, brigadistas, logística”, afirmó.