Aprender a expresarse a través de dibujos

Muchos padres se han visto enfrentados a los cambios en la educación y el aprendizaje, en especial cuando sus niños pequeños empiezan a conocer las primeras letras en el jardín, pues algunas metodologías han evolucionado sustancialmente. 

Como lo dice Sylvia María Valenzuela, jefe del Centro de Proyección Social de la Universidad de San Buenaventura, “los niños de hoy aprenden partiendo de lo global a lo particular, es decir, toman lo general, lo grande de su entorno para llegar a lo particular, concreto y puntual. 

“Lo hacen empleando como punto de partida sus vivencias, su día a día, sus historias de vida, sus preconceptos (capital comunicativo o los aprendizajes previos) e, incluso, sus emociones o dificultades como motivación y excusa para aprender, expresarse e interpretar el mundo”.

Los expertos lo denominan: “aprendizaje con un enfoque comunicativo, conceptual, pragmático o deductivo”, en donde la experiencia y el conocimiento aplicado es la clave para entender y conceptualizar. 

Un método vivencial 

Visto así, el tema parece complejo, pero no lo es tanto, responde más a la manera como el hombre aprende naturalmente: a partir de la experiencia. 

Lo primero que hay que aclarar es que hoy día existen varias metodologías de enseñanza, y que cada colegio o jardín adquiere una o varias vertientes; a partir de estas se forman planes educativos basados en el constructivismo, en lo experiencial, motivacional o atendiendo a las inteligencias múltiples de los niños. 

De allí que el aprendizaje de las primeras letras para llegar a la lecto-escritura es, según la psicóloga y especialista clínica Viviana Delgado, del Colegio Montessori British School, el producto de los ajustes a los planes metodológicos y pedagógicos que llevan a aprender, “a través de asociaciones del conocimiento junto a las imágenes. La lectura ya no se ve como la unión de distintos fonemas, sino que se hace de forma más completa. Si antes aprendíamos sílaba a sílaba, ahora se hace por palabras completas”. 

Según los entrevistados, esto nace del mundo digital actual, de lo ágil de la información, que ha dinamizado el aprendizaje, pues el mundo contemporáneo en el que crecen estos niños es visual, rápido, digital y con los recursos tecnológicos las exigencias son más de entendimiento que de cúmulos de información. 

Para la psicóloga y directora de preescolar del Gimnasio Los Caobos, Laura Asensio, “los estudiantes aprenden utilizando el método fonético-fonológico, que consiste en discriminar y reconocer la letra por el sonido y sus combinaciones, y luego se hace una asociación con el grafema (símbolo). Los pequeños comienzan utilizando garabatos, pseudoletras y letras al azar para iniciar la escritura vocálica, que irán perfeccionando hasta, finalmente, escribir”. 

Como sostiene Silvia María Valenzuela, de la Universidad de San Buenaventura, en esta nueva forma de aprender se establece una conexión estrecha entre lo visual y auditivo. “Acá el uso e implantación de las nuevas tecnologías es fundamental, pues nuestros niños son supremamente audiovisuales, manejan a la perfección dispositivos móviles desde muy temprana edad, al punto que en muchas ocasiones son ellos quienes nos enseñan, o nos resuelven las dificultades tecnológicas que tenemos los adultos. 

“Por tanto, una de la mejores maneras de llegar a los niños en esta etapa y captar su atención en el proceso de aprendizaje es mediante el uso marcado de recursos audiovisuales”, anota Valenzuela. 

Por su parte, la doctora Viviana Delgado, del Colegio Montessori British School, comenta que ahora “la información tiene un grado de importancia supeditado a la utilidad que los estudiantes pueden darle a dichos datos. No se trata solo de memorizar, sino de aplicar conceptos”. 

Complementa la psicóloga que el aprendizaje es más práctico, “pues no tiene sentido tener un profesor una hora recitando una serie de datos e información que está al alcance de todos, solo buscándola en internet. La dinámica del docente es de guía y acompañamiento para aplicar lo aprendido y generar nueva información. El papel del maestro es enseñar a utilizar los conceptos y darles aplicabilidad”. 

¿Cómo aprenden? 

Las metodologías son muchas, pero convergen en que el estudiante es quien hace su propio aprendizaje con la guía del docente. Así las cosas, dice la doctora Laura Asensio del Gimnasio Los Caobos, “los estudiantes se aproximan a la lecto-escritura a través de actividades lúdicas como: lectura de cuentos, lectura de imágenes, dibujos, música, entre otros recursos. Utilizando el método fonético-fonológico y la nueva metodología de PBL (Proyect Based Learning), en donde los niños se encuentran en contextos claros y significativos, que les permite desarrollar las habilidades de lecto-escritura de una manera amable, específica y eficaz”. 

Por su parte, la psicóloga Valenzuela indica que la base del nuevo aprendizaje está en aprovechar lo que los niños saben, “sus intereses y curiosidades para generar la necesidad de ampliar el conocimiento mediante la expresión y apoyar o reforzar, con aspectos positivos, los logros, el ejemplo y la vivencia diaria, es decir, si nos ven leer, querrán leer ellos también”. 

En otras palabras, lo que se hace es buscar temas que sean de su interés para generar la necesidad de leer o escribir sobre lo mismo. “Así se aprende y construye conocimiento de manera muy natural, sin necesidad de estar dentro de un esquema de rigurosidad en el cual se enseñe sobre algo que no les atrae, o que desconocen. Se le da el máximo de prioridad a las imágenes, los dibujos, las películas, la música; todo sin forzar el ritmo de desarrollo y estilo de cada niño. En resumen se aprende a partir de la experiencia, de la transmisión e interacción social con todo lo que les rodea”, concluye Valenzuela. 

Natalia Mesa Acevedo, profesora de lecto-escritura y español preescolar, sostiene que la dinámica es trabajar por proyectos, “los cuales surgen de los intereses de los niños y, a partir de esto, se inicia la formulación de preguntas, que serán resueltas mediante la investigación, la interacción con padres, la exploración y la construcción de un producto final, en el que se aplican los conocimientos obtenidos a partir del desarrollo de las diferentes habilidades”. 

No olvide... 

Para que los padres puedan ser un apoyo del aprendizaje escolar deben tener en cuenta: 

 - Deben leer y revisar lo que hacen sus hijos, valorando siempre de manera positiva su trabajo. También hay que acompañar sus actividades lúdicas y expresiones artísticas, como dibujar, pintar y aprovechar los diferentes momentos del día a día para reforzar su proceso; además, brindarles una gran variedad de imágenes, periódicos, cuentos, revistas y carteles para que asocien su realidad con las palabras y, posteriormente, con las letras. 

 - No olvide que la dinámica del aprendizaje de la lecto-escritura para los niños de preescolar inicia copiando letras y apoyados en el dibujo. Comienzan realizando trazos de líneas rectas, círculos y curvas, los cuales van interiorizando a través de canciones y otras actividades  para hacer una memorización auditiva y, al mismo tiempo, involucran el cuerpo con los conceptos de lateralidad, derecha, izquierda, adelante y detrás. 

 - En las nuevas metodologías existe una conexión mayor de la parte sensorial teniendo en cuenta que se amplían las actividades de exploración enfocadas al desarrollo de la creatividad, la colaboración, la comunicación y del pensamiento crítico. 

 - Este tipo de aprendizaje no genera en los niños ansiedad, incertidumbre o frustración, como sucedía con el método tradicional, por el contrario, esta metodología les ayuda a entender mejor la realidad y a gozar el proceso.

 

 

 

 

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