Rosalinda Hernández.-

Fania Castillo, psicóloga clínica y docente de la Universidad de Los Andes, señaló que con respecto al tema del alcoholismo en Venezuela, y sus altos índices, es necesario dar un paseo por todas las culturas, donde se evidencian ritos en los cuales el alcohol está presente.

Tradicional e históricamente el consumo de licor se asocia a ritos o experiencias significativas enmarcadas con algún propósito. Los más comunes eran los ritos de pasajes de la niñez a la adultez, de la soltería al matrimonio, una buena cosecha o algo que tuviera trascendencia dentro de la comunidad.

En las mitologías de diversas culturas existen divinidades ligadas a esta costumbre, como en la mitología griega el dios Dionisio, que se asocia con el vino y la locura. “La embriaguez de la fiesta Dionisiaca no es una embriaguez pueril, boba, al contrario, tiene mucho significado y está enmarcada en un contexto, ritual, mitológico y cultural”, explicó la docente.

No solo en Venezuela, sino en el resto de occidente, se ha estado evidenciando la pérdida de sentido y rituales, al parecer ya no existen, o son cada vez menos significativos. Al perder la sacralidad se ocasiona un vacío y es precisamente por ello que los jóvenes no encuentran que la comunidad les dé una forma respetada para entrar en la adultez, entonces hoy las maneras de hacerlo son más alocadas, dispersas, individuales y con menos sentido, destacó la psicóloga.

Adicciones

Para Castillo, las adicciones, que no se refieren solo al alcoholismo, son la repetición cíclica y sin sentido de algo que en un momento dado pudo haberlo tenido. “Paradójicamente se repite de manera bobalicona algo compulsivamente, sin el sentido sagrado que antes tenía”.

Esta situación se presenta como algo triste o trágico, sin embargo, no da a entender que las personas que van de fiesta en fiesta ingiriendo licor sean personas tontas, vacías o superficiales, no, ellas están buscando algo, pero al no encontrarlo sencillamente lo repiten las veces que sea, sin aliviar el malestar.

Falta dimensión trágica

Citando al analista Rafael López Pedraza, la psicóloga precisó que a los venezolanos les falta dimensión trágica, es decir, les cuesta entrar en las profundidades de lo que se vive.

A futuro esta situación trae un panorama sombrío porque la sociedad no se dedica a reflexionar y atender sus necesidades vitales, su tragedia y su propio drama; al contrario, no piensa, se distrae y gasta en lo que va a tapar el problema y no en lo que necesita aliviar.  (RH)