A. P. GIÓN
La niña avilesina que, supuestamente, sufrió abusos sexuales por parte de un monitor durante una actividad extraescolar deportiva en un colegio de la ciudad declaró ayer por videoconferencia en el juicio que se abrió el lunes en Oviedo contra el presunto agresor. El contenido del relato de la niña no llegó a trascender, dada su condición de menor de edad, si bien fuentes próximas al caso comunicaron que una psicóloga que declaró como testigo ve creíble el relato de la pequeña, que tenía cinco años cuando sucedieron los hechos que se juzgan.
En la sesión de ayer prestaron declaración la menor y las psicólogas que realizaron los correspondientes informes de la niña y del imputado. Las tres respondieron por videoconferencia al tribunal. Las psicólogas se ratificaron en los escritos que elaboraron en el marco de la instrucción. En el caso de la experta que examinó al acusado, expuso que A. M. L. no padece ningún tipo de alteración psíquica.
El caso ha quedado visto para sentencia por segunda vez. La Audiencia Provincial condenó en mayo de 2013 a A. M. L., de 44 años, a cinco años y tres meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. En aquella ocasión el tribunal consideró probado que el acusado impartió una actividad extraescolar en un colegio de la ciudad a diez niños y tres niñas de entre 4 y 6 años. Las clases se desarrollaban en el polideportivo del colegio los lunes y miércoles en horario de tarde. Según el fallo de la Audiencia, el acusado solía dejar solos al resto de niños y le pedía a una pequeña que le acompañara al cuarto del material, donde se encerraba con ella tras cerrar la puerta del pestillo. Allí, "en diversas ocasiones", se habían producido los abusos. El abogado de A. M. L., Luis Álvarez Barro, recurrió al Supremo con el argumento de que la Audiencia había rechazado la declaración de la menor por "innecesaria". Pero el alto tribunal ordenó la celebración de un nuevo juicio con la inclusión del testimonio de la niña.
La fiscalía considera al procesado autor de los supuestos abusos y pide que se le condene a seis años de prisión y al pago de una indemnización de 30.000 euros. La defensa sostiene que nunca se produjeron tales abusos y añade que el testimonio de la niña puede estar "contaminado" por el paso del tiempo. Solicita la libre absolución.