Tenía todo para triunfar, pero lo echó a perder. Era un joven y exitoso empresario gastronómico, dueño de su restorán, "Lucky Luciano", a metros del zoológico.
Fue fundador y presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers, en 2004 ganó el premio Sommelier de Oro Internacional en España y era socio fundador del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas.
Pero su adicción a la cocaína lo llevó a un camino sin retorno. Es más, hace un año y medio que Luciano Sosto, de 38 años, tuvo que cambiar el coqueto departamento donde vivía en la calle Seguí 4444, frente a la residencia del embajador de Estados Unidos, por el penal de Marcos Paz.
Está preso acusado de dos delitos con pena de perpetua: la violación y el homicidio agravado por el vínculo de su propia madre, Estela Garcilazo, psicóloga, de 69 años, quien vivía en el departamento de abajo del imputado, en el mismo edificio.
La Justicia ahora le puso fecha al juicio oral. Será el 19 de octubre en el Tribunal Oral Criminal 8.
Todo ocurrió el 26 de diciembre de 2013 por la tarde. Sosto dice que salió de su departamento 5º "B", bajó por las escaleras para ir a hacer compras y al pasar por la puerta de la casa de su mamá, en el 4º "B", la escuchó agonizar.
Entró con llave, trató de asistirla y llamó al servicio de emergencias. Allí mismo, en las grabaciones que luego recuperó la Justicia, comenzaron las dudas: "Hola, te pido una ambulancia... Está en shock la persona, muerta", dice Sosto en el primer audio.
Y luego, en la segunda llamada, dice: "Te corto porque está haciendo convulsiones, por favor vengan lo antes posible". ¿Estaba en shock, convulsionando o muerta?
La médica de la ambulancia fue clave. Constató que Garcilazo estaba muerta hacía varias horas y que tenía golpes. Ordenó el "código azul" y llegó la Policía.
En la morgue concluyeron que era un homicidio. La psicóloga murió estrangulada y el crimen fue entre las 7.30 y las 11.30, por lo tanto, cuando su hijo llamó para pedir una ambulancia, Garcilazo llevaba muerta al menos tres horas y media.
"Lucky" fue detenido por el crimen. ¿El móvil? El juez Hernán López sospecha que una posibilidad pudo ser dinero.
En la casa del sommelier se encontraron $ 16.800 que Garcilazo guardaba en su dormitorio. El juez probó con mensajes de texto que en esos días, Sosto estaba desesperado por comprar cocaína.
Otra posibilidad es la relación deteriorada. Garcilazo vivía pendiente de su hijo, lo espiaba y no aprobaba su inclinación homosexual, lo que pudo ser un motivo de discusión.
La sorpresa llegó con los estudios complementarios a la autopsia. En el cuerpo de Garcilazo detectaron "fosfatasa ácida prostática", un componente del semen. La muestra no alcanzó para obtener un ADN y para el juez no era prueba suficiente para probar un ataque sexual, pero la fiscal Graciela Bugeiro insistió y Sosto llega al juicio también acusado de abusar de su madre.
Sosto siempre se declaró inocente. Y consideró ridícula la imputación por el abuso. "Yo soy homosexual desde hace 15 años. No me gustan las mujeres y mucho menos mi madre", dijo en el expediente. La última palabra la tienen los jueces.