VALIOSO. El padre debe adoptar una postura equilibrada entre ser flexible y ser estricto, a fin de llevar una relación sana con sus hijos.
Guadalajara, Jal.- En la vida de un niño, la figura paterna es de gran importancia, sobre todo para guiarle y reforzar los límites del comportamiento que establece la pareja en su rol como padres, señaló la psicóloga del IMSS en Jalisco, Esmeralda Yelisse García Ortega.
“No sólo es un proveedor económico, también es proveedor de amor, de comunicación, de enseñanza para planear, organizar, a explorar y participar en sus tareas. La importancia es que el padre esté ahí físicamente y moralmente, él marca mucho los límites, le está enseñando planeación y una dirección al niño”, manifestó.
La especialista adscrita al Hospital de Ginecoobstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco, afirmó que el acercamiento entre un padre y un hijo se da de manera natural.
Sin embargo, dijo, la convivencia estrecha debe fomentarse desde los primeros años de vida del niño, por lo cual es ideal el involucramiento del rol paterno en los cuidados del bebé, en lo cual “se ha venido avanzando mucho en lo que se refiere a las actuales generaciones”.
Ante la falta de la figura materna, subrayó que es importante que el papá no asuma el rol materno, sino que se mantenga en su posición del progenitor varón y explique al niño que puede contar con él, sin intentar sustituir a mamá.
Lo mismo, dijo Garía Ortega, en el caso en que el padre se encuentra ausente, lo ideal es buscar una figura paterna alterna, en donde el niño o la niña puede encontrar un complemento que le brinde seguridad, el cual puede ser algún familiar cercano y de confianza.
“Si no hay la figura paterna en casa, es muy importante que el niño tenga a alguien más a quien identificar como el hombre, como el respaldo o la fuerza, quien pueda tener un rol paterno, aunque no sea el papá biológico, como el abuelo o el hermano de mamá, para poder tomarlo como ejemplo”, recomendó.
Indicó que la ausencia del padre suele ser más evidente en la etapa escolar, cuando llega a tener el entendimiento total de que carece de esta figura en su vida, ya sea física o moralmente, por lo cual es importante que se sienta apoyado por su madre y su figura paterna alterna.
El concepto de tener un padre o figura que desempeñe un rol paterno, suele variar conforme el niño va creciendo y es en la etapa de la adolescencia, cuando el hijo suele tener posturas más radicales en este sentido.
“Cuando es pequeño, el papá se convierte en mágico y poderoso, lo que diga papá es la verdad, después se va volviendo más crítico por el desarrollo de su propio pensamiento, en la adolescencia falta mucho criterio aún, pero él dice: pienso que ya lo sé todo y juzgo”, apuntó.
Comentó que el padre debe adoptar una postura equilibrada entre ser flexible y ser estricto, a fin de llevar una relación sana con sus hijos, en donde no se dé pie a los resentimientos o a las manipulaciones.
A los padres primerizos les recomendó “que se dejen llevar por sus instintos, el tener a tu hijo cerca te va a llamar, el instinto te va llevando a abrazarlo, besarlo y acercarte sin temores”.