Javier Bazterrica es, sin duda, uno de los personajes de la semana en los medios: está acusado de haber seducido, enamorado y estafado a más de 100 mujeres, entre ellas Adriana, la hermana de Flavio Mendoza. No obstante, no parece ser el perfil del típico galán o seductor.
La psicóloga Beatriz Goldberg dialogó con DiarioVeloz y analizó la personalidad del gigoló del que habla el país. "Es claramente un personaje manipulador, que sabe bien cómo seducir, que entiende rápidamente lo que la mujer, su víctima, necesita en ese momento de su vida", comentó. "Una forma que tiene esta clase de hombres es ir desvalorizando a la mujer, hacer que piense que él es mucho para ella", agregó.
Para la especialista, el manipulador aprovecha una situación particular en el momento justo, ya sean sentimentales o superficiales. Por ejemplo, Fernanda Vergara, la joven rosarina que denunció que Bazterrica le robó 80 mil pesos, contó que el dinero pertenecía a la venta de la casa de su abuela y que el gigoló había dicho que era contador para y que podía agilizar algunas trámites; y, además, agregó que antes había sido un gran apoyo cuando perdió su padre.
"El manipulador y psicópata va buscando la forma de adaptarse a lo que la mujer necesita. Si me gusta el hombre inteligente, él me va a hablar de Platón. Así funciona", explicó Goldberg.
En cuanto a la utilización de las redes sociales, la vía directa con la que este personaje seduce a sus víctimas, la psicóloga precisó: "Estar detrás de una computadora o un celular permite que la comunicación sea únicamente la palabra. No hay gestos ni miradas ahí. Sólo la palabra. Y abre la posibilidad de que la otra persona imagine algo que no es. No es el típico seductor; por eso usa las redes sociales, porque tiene un problema de autoestima".
Asimismo, se adentró en el pensamiento de una mujer que puede verse seducida por un hombre que no deja ver demasiado su pasado. "Hay algunas que no pueden ver y otras que eligen no ver. También están quienes creen que pueden cambiar al hombre; algo que se puede observar en ocasiones como en un hombre infiel o con el caso de Ricardo Barreda, quien estaba en la cárcel y seguía recibiendo cartas de mujeres", remarcó.
Por último, Goldberg coincidió en que una mujer a la que traicionan con un fin económico o material puede ser todavía más cruel que haber sido engañada sentimentalmente. "A la mujer que es estafada de esta manera le cuesta mucho más volver a confiar en los hombres".