México, DF.- Depresión postparto, culpa, ansiedad al reincorporarse al trabajo, miedo a no ser una buena madre y exceso de atención al recién nacido son algunos de los problemas que enfrentan las mujeres después de un embarazo, señaló la psicóloga y sexóloga, Silvia Olmedo.
La especialista comentó que factores como desajustes hormonales, expectativas irreales acerca de la maternidad, baja autoestima, además de si el parto fue natural o muy difícil y si la madre no tiene un entorno familiar, pueden ser los detonantes de estos problemas.
La depresión postparto es la causa de un desbalance hormonal que impacta de forma negativa a las sustancias químicas del cerebro y que hacen que se vea la realidad mucho menos objetiva de lo que es, a la par del cansancio que implica cuidar a un recién nacido, explicó Olmedo en una entrevista.
Si bien no todas las mujeres la experimentan, es común que algunas de ellas sientan tristeza y melancolía que se convierte en una depresión postparto cuando es constante, incluso, puede provocar desinterés por el bebé.
La depresión postparto es un problema serio que por lo general dura de seis meses a un año y que requiere la atención de un psiquiatra, pues de no hacerlo podría generar una depresión de otra índole, alertó.
Respecto a la culpa y a la ansiedad que muchas mujeres sienten al reincorporarse al trabajo, Olmedo indicó que es natural tener esos sentimientos y que los primeros días son muy difíciles para una madre que deja a su hijo al cuidado de otras personas.
Sin embargo, la mujer “debe entender que ella también es importante”, que contrario “a lo que la sociedad nos ha enseñado de que si eres madre y profesionista ya no se es tan buena mamá, las madres trabajadoras tienen más realización”, señaló.
Para que este proceso sea menos doloroso para la mujer, la psicóloga recomendó que se planee con antelación dónde y con quién se dejará al niño, pues es fundamental que la madre esté segura de que su hijo está en un buen sitio.
Además, sugirió que se tenga un periodo de transición en el que la mamá deje de ver al bebé durante unas horas por una o dos semanas antes de que se reincorpore al trabajo, para que al momento de hacerlo le sea menos doloroso desapegarse de él.
Lo anterior, dijo, es porque uno de los errores más frecuentes es que las madres dejan a su hijo de un día para otro las ocho o nueve horas que dura la jornada laboral.
“A todas las madres nos gustaría estar más tiempo con nuestros hijos, pero hay situaciones en las que no se puede”, así que una mujer trabajadora tiene que entender que se está ocupando de él de otra manera y que se está asegurando que está en buenas manos.
Otro consejo de la especialista es que los padres se involucren más en el cuidado del bebé, “hay que delegar responsabilidades y confiar en el padre, pues los hombres como las mujeres también aprenden”.
El cuidado de los papás además de ser benéfico para el hijo, también lo es para la pareja y ayuda a disminuir la culpa de las madres trabajadoras y a darles más seguridad, indicó.
Compartir la maternidad y la paternidad también ayuda a contrarrestar el miedo que algunas mujeres tienen a no ser buenas madres y puede paliar el exceso de atención que algunas dan al hijo, lo que repercute en la pareja y en ellas.
Y es que cuando toda la atención está enfocada al bebé dejan de cuidarse ante enfermedades como el cáncer de mama, aseguró la especialista, quien impartirá una conferencia el 13 de mayo con la Fundación Tócate en Guadalajara.
Por otro lado, Olmedo explicó que derivado de las contracciones del útero en el parto natural se libera más oxitocina, que es la hormona del apego y del cariño, por lo que esta situación puede generar un mayor amor por su hijo en algunas mujeres
Ante esta situación los hombres deben involucrarse más en el cuidado de los bebés y entender que la falta de atención de la mujer hacia él no quiere decir falta de amor, subrayó la especialista.
En el tema del rechazo de la mujer a tener relaciones sexuales después de un parto es porque se siente que ya no son tan bonitas debido a un problema de autoestima, por lo que Olmedo aconsejó que el hombre y la mujer se den abrazos y caricias.
En tanto, la psicóloga mencionó que el miedo de las mujeres a no ser una buena madre se debe, entre otras cosas, a que cuando tienen por primera vez a su hijo en los brazos piensan “qué hago con esto, pues les cae el veinte de la responsabilidad total que es un hijo y que no hay escuela para padres”.
Y si bien el nacimiento de un hijo es un momento extraordinario para las mujeres, el que no se cumpla la expectativa de amarlo con locura, como todo el mundo les dijo, las lleva a preguntarse si serán buenas madres.
Entonces, “las mujeres no deben buscar ser las madres perfectas, porque eso es imposible; deben ser las mamás que puedan ser haciendo lo mejor que puedan”, destacó la psicóloga y sexóloga.
bs