En sus alegatos, Olmos Morales, intentó deslindar responsabilidades de "Bebe” Cano, con el crimen de la psicóloga. De esta manera, sostuvo que no había "pruebas suficiente para involucrarlo”.
"Falta el ADN del cuchillo y de las uñas, porque el que existe puede ser viejo. Cano asistía con frecuencia a su departamento, no la traicionó. Hasta hoy, no se sabe quién mató a María Eugenia”, destacó Olmos Morales previamente a la sentencia.
Además, indicó que acusarían a su defendido por la sentencia que ya recae sobre él, de la causa de Aguilar. Posteriormente, el fiscal de Cámara, Rubén Carrizo, hizo referencia a las declaraciones de Cano, en donde sostiene que había "actuado solo”, en ambos casos.
Previo a la defensa, tanto la Fiscalía, como la querella, a cargo de Enrique Lilljedahl, respectivamente, habían solicitado la reclusión perpetua para Damián "Bebe” Cano, único acusado por el crimen.
Finalmente, en el uso de sus palabras finales Bebé Cano expresó: "Estoy bastante seguro de mi inocencia”.
Condena
Los jueces de la Cámara Penal 3, presidida por Marcelo Soria, Jorge Palacios y Raquel Olmi, coincidieron con lo pedido por el fiscal y la querella. Por eso, Cano fue condenado a prisión perpetua por el crimen doblemente agravado por femicidio y alevosía, quién fue ultimada en su departamento.
La pena fue unificada con una condena anterior, dictaminada por esta misma Cámara, por el crimen de Susana Aguilar, por lo que Cano deberá purgar una doble cadena perpetua. Esto quiere decir que no tendrá ningún tipo de beneficio en prisión.