TIJUANA.- La carencia de reglas, límites y hábitos en las familias posibilita que los niños crezcan sin una figura de autoridad, lo que puede dar como resultado en la preadolescencia y adolescencia un escaso control del impulso, predisponiéndolos a estados de ansiedad e ingesta de alcohol y drogas en etapas tempranas.
De acuerdo con la psicóloga Educativa con Especialidad Infantil, Mónica del Toro, lo anterior se deriva del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que a nivel conductual se presenta con impulsividad, falta de atención, dificultad para atender indicaciones, permanecer quieto y limitarse.
Señaló que el TDAH tiene incidencia alta en las escuelas ya que de uno a tres niños por aula lo presentan, sus causas pueden ser hereditarios pero también tienen que ver con la forma experimental de lo que van aprendiendo en el transcurso de su vida.
En el caso de la hiperactividad, la alimentación también es un factor determinante debido a la alta ingesta de azúcares, por todo lo anterior, es común que al llegar al nivel escolar no respeten indicaciones y tengan complicaciones para enfocar su atención; en la adolescencia, pueden ser más susceptibles a dejarse llevar por el impulso y caer en el consumo de sustancias nocivas.
Indicó que algunas escuelas públicas cuentan con apoyo de instituciones para atender este tema, sin embargo, no son programas integrales que abarquen la totalidad del TDAH, pues éste requiere de un enfoque especializado que trabaja tanto con los menores como con sus papás.
La psicóloga Mónica del Toro informó que para tratarlo se debe trabajar en reglas, límites pero sobre todo en hábitos desde pequeños, de modo que los vayan asociando con un aprendizaje rutinario del comportamiento.
Asimismo, es importante trabajar con la tolerancia ante periodos de frustración, en adoptar prácticas que les permita enfocar su atención por largos periodos, así como, manejar la alimentación que coadyuve a una conducta más relajante.
Por último, agregó que no en todos los casos, pero en algunos, se llega a requerir medicación para el menor por parte del paidopsiquiatria, que es el encargado del desarrollo psicobiológico de las personas en sus primeras etapas de vida, como apoyo para influir en sus niveles de atención e hiperactividad.