LIF Week: María Eugenia Farrell y la historia de Prüne

María Eugenia Farrell era una psicóloga que tenía veinte años de casada cuando decidió cambiar de vida, a mitad de los años noventa. La ahora directora creativa de Prüne, la marca argentina de bolsos, zapatos y accesorios, se puso a trabajar con su esposo, un empresario del cuero que abastecía a firmas como Macy’s y Galerías Lafayette.

Juntos, en 1999, crearon Prüne –nombre inspirado por las memorias de un viaje a Francia y una extraordinaria tarta de ciruela– y juntos han llevado la marca al éxito: hoy Prüne tiene 87 locales en Argentina, Perú, Chile y Uruguay y emplea a medio millar de personas.
Poco a poco María Eugenia se fue ocupando literalmente de todo: del diseño de las prendas, pero también de la música que los clientes escuchan cuando visitan los negocios o de las campañas publicitarias. Sin embargo, la verdadera hazaña de María Eugenia es otra: haber logrado cambiar de rubro, emprender un negocio y seguir felizmente en pareja con su marido, Gary Farrell. Y, por si fuera poco, haber criado cuatro hijos.

El secreto, ella no tiene dificultad en revelarlo: trabajar casi sin darse cuenta, por pasión. Eso y conservar fundamentalmente intacto el espíritu que cuando todo empezó. María Eugenia dice que aún la acompaña el mismo entusiasmo que la hacía levantarse a las 7 de la mañana para armar la vidriera de su primer negocio, a pesar de que ahora, para hacer la misma tarea, en Prüne hay diez vidrieristas. En una palabra: no perder la motivación.

También ayuda que a ella, en esa dialéctica que divide a una gran empresa de moda entre el aspecto estético y el comercial, le haya tocado la parte más lúdica: su foco está puesto en crear objetos únicos, que enamoren y seduzcan a sus clientas. Que se vendan más o menos, a María Eugenia no le importa tanto. Pero se venden, y es que el estilo de su empresa tiene un extraordinario poder de seducción entre mujeres de todas las edades, desde adolescentes hasta señoras entradas en años, sobre todo entre los accesorios, donde es más fácil lograr que un diseño atraviese las rígidas barreras cronológicas de la moda.

 

Mira aquí cómo se arma una vidriera de la casa argentina con las prendas de la colección primavera-verano 2016. 

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Un ejemplo entre muchos: la mochila en cuero croco metalizado. Tiene un aire vintage y formato rígido, que María Eugenia considera un ‘must’ de la nueva colección, por su diseño novedoso y la sofisticación del material utilizado: ella la usa tanto de día como para un coctel, en formato  mochila o cartera de mano, combinándola con un ‘total look’ en blanco o con colores pasteles. 

Por: Enrico Fantoni, desde Buenos Aires

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