LA MUJER Y EL PETRÓLEO

Y a ese chaparro le consideraron 135, lo que está mal. Dice la profesionista estar de acuerdo con nosotros, porque ningún delincuente es normal, ya que por principio de cuentas es un inadaptado. Y para ellos se hicieron los centros de readaptación.

Dije a la psicóloga que, luego, por ese método califiqué a un ama de casa para decir que supera al escapista. Porque si por cada labor que hace ella se le da un diez, llegando a 12 trabajos ya rebasó los 115. Y una señora de clase media hace más de 12 actividades.

Esposa 1, madre 2, cocinera 3, lavandera (plancha y lava) 4, chofer 5, afanadora 6 (barre el frente de su casa y la pinta), maestra 7, enfermera 8, psicóloga 9 (estudia al marido a ver cómo llegó, si molesto, amable, tomado, “viene de con otra”),  amiga 10 (se lleva bien con las vecinas, no la persigue la ley), administradora 11, lectora 12 (le gustan libros y revistas), clienta 13 (factor de economía, las telenovelas se producen para ella, la mayor parte de la publicidad está dirigida a ella), estudiante 14 (siempre está aprendiendo algo), vendedora 15 (así no tenga necesidad, le gusta vender productos de belleza, ropa, joyas de fantasía, comidas. Para ella vender es divertido), actividades sociales 16 (puede ser dentro de su iglesia, pues tiene más sentimiento religioso que el hombre). No digo que sea genio; simple que es normal, lo que no es un delincuente.  

Schopenhauer, pese a que tiene de feminista lo que tengo de cantante, la define con esta frase cariñosa: “La mujer paga su deuda con la vida, no por lo que hace, sino por lo que sufre”. Yo diría que también por lo que hace.

Y una dama llamada Guadalupe Amor con frase digna de nombre y apellido, vio a ciertos hombres cuando dijo: México no merece a sus grandes hombres. Cierto: porque mientras hay quienes no merecemos el país que el Creador nos dio, hay personajes sublimes, como Fray Servando Mier, solo para citar uno de tantos que hemos tenido.

¿Cómo son ante la muerte los asesinos y cómo los Hombres con che decente? Será tema para otra ocasión.   

Como en esa ocasión comentábamos un número de Selecciones donde vienen fotografías impresionantes del urbanismo en los países ricos, árabes, dije a la Doctora. -¿Por qué cree que esos árabes progresaron sin la ayuda de la mujer?-

Pensó un poco y dijo ¿Porque temen que las mujeres los rebasemos?

No era la respuesta de una mujer femenina, que no feminista, y respondí por reflejo: -Nunca nos van a rebasar-. Sentí que la ofendí y di la razón: porque tampoco nosotros las vamos a rebasar a ustedes; nuestros roles no son una carrera de Indianápolis para andarnos rebasando. Y no era respuesta de una femenina porque ellas saben que en su progreso hay por lo menos un hombre que les va abriendo paso y por lo menos otro que las apoya. Respondió por la idea generalizada de las feministas, que les tenemos celo o envidia, porque las feministas cuya incapacidad, real o imaginada, no les permite progresar,  optan por culpar “al machismo”.

Y porque si hay machismo, es el de las mujeres. 

Los árabes no necesitaron a la mujer porque tienen petróleo y quién se los compre. Cuando no lo tengan o acabe la demanda, recurrirán a la mujer, que es valor de riqueza.

Ahora no quieren que sus mujeres anden en falda a la rodilla, pero vendiéndoles minifaldas a las francesas; mas cuando se les acabe el petróleo hasta a sus hermanas les venderán bikinis. Porque ante la necesidad no hay convenenciero que no se convierta en padrote. No lo dije a la dama con esas palabras, pero así es, disculpando la expresión.

El Occidente tiene petróleo y mujeres. La mujer es nuestro petróleo, no porque convenga que sea, sino por amor a la humanidad. La mujer es el hombre del sexo femenino; no precisa andar diciendo: “mexicanos y mexicanas”. Lo demás son chilletas contra el presidente en turno, a quien culpan de los precios internacionales.

Volviendo al escapista e idiotas que midieron y publicaron su “C.I. sobresaliente”. Dinero es lo que tiene. Más inteligente se consideró a Quintero y ya valió tintero. Decirles inteligentes es hacer apología del crimen, lo que prohíbe la Ley de Imprenta. ¿Por abuso contra la libertad de expresión? No, señor que se queja de que no publiquen rumores de Internet. Lo prohíbe porque la apología del asesino promueve ante la juventud, dada a imitar. ¡Por favor, analistas de los últimos días, no sean zonzos!

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