La felicidad de los recién casados se agota a los dos años

De acuerdo a sus investigaciones, que le han valido un Premio Templeton de Psicología Positiva y una beca del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, "las personas que se denominan a sí mismas felices son también las más activas".

"Como se ha visto a lo largo del simposio, una vida activa es una medida infalible para en mantener el organismo en estado funcionalmente estable y fortalecido", continuó.

Realizar actividad física y hacerlo motivados y no por obligación, mejora nuestra felicidad, pero esta tiene también una fuerte base genética, advirtió Lyubomirsky.

"Nacemos con una predisposición hacia la felicidad, uno puede tener por ejemplo varios hijos y observar que algunos son más naturalmente felices que otros", apuntó.

"La genética determina la felicidad en un 50 %, sin embargo, además del 10 % que juegan las circunstancias externas o el contexto, un 40 % de nuestra felicidad está determinada por actividades intencionales, acciones que llevamos adelante intencionalmente para sentirnos más felices", detalló.

Conocidos estos porcentajes, la experta invitó a fijarse objetivos que queremos conseguir y centrarse en ese 40 % que está en nuestras manos para conseguir la tan anhelada felicidad y los múltiples beneficios asociados a ella.

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