Hasta el momento, los testigos que han pasado por las audiencias anteriores ofrecieron declaraciones que han complicado la situación de la psicóloga, a quien se acusa de haber manipulado los dibujos de una menor de edad, para inducir a una falsa denuncia de abuso sexual contra el padre de aquella, ocurrida en el año 2009.
Lezcano viene expresando a través de las redes sociales que el proceso en su contra se desarrolla para “ocultar” las situaciones de abuso contra menores y para avalar la teoría del Síndrome de Alienación Parental, que la licenciada rechaza, por considerarlo un mecanismo a través del cual se excusan este tipo de denuncias.
La psicóloga, quien deberá declarar hoy, publicó días atrás en su cuenta de Facebook, argumentos tales como que “es importante observar que al momento de la denuncia de la madre contra el padre de la menor por abuso sexual intrafamiliar, dicho dibujo quedo en la Comisaría de la Mujer, sin custodia” y que “jamás se ha realizado un trazo ni de más ni de menos en el dibujo de la paciente, el gráfico refleja el sufrimiento padecido por la niña, cuyo informe inicial como dibujos fueron entregados a la madre para la realización de la denuncia”.
También advierte que “la denuncia penal contra el supuesto abusador de la niña, la realiza su madre en Comisaria de la Mujer y la ratifica en Juzgado de Familia, donde se cumplimentó el proceso de Psicodiagnóstico de la menor, a cargo del equipo técnico del mismo y cuyas conclusiones fundamentan la resolución judicial de Impedimento total de Contacto debido a presentar la niña indicadores de Abuso Sexual Infantil” y que Lezcano se limitó a “concurrir a la Comisaria de la Mujer a fin de corroborar lo denunciado por la madre de la niña, es ella quien hace entrega del dibujo original de su hija acompañando a denuncia formal”.
Lezcano, quien seguramente ratificará estas cuestiones en su comparendo de hoy, advierte que no fue citada ni participó en calidad de testigo o perito en la totalidad del proceso judicial, en el que la resolución del Tribunal de Familia fue apelada por el Defensor de menores de la ciudad de Tandil, siendo la Cámara de Apelaciones en lo Civil de la ciudad de Azul quien resolvió confirmar la sentencia del Tribunal de Familia e “impedir el contacto de la niña con su padre y familia paterna por el supuesto abuso sexual intrafamiliar”.
Dijo que la instrucción penal como la paralela denuncia en el Colegio de Psicólogos a fin de evaluar su comportamiento ético y profesional la “sorprenden sobremanera”, dado que no formó parte del proceso judicial y su rol “fue el de terapeuta individual de la menor, a partir de la derivación realizada por el Jardín de Infantes al que asistía la niña”.
Hizo hincapié en la teoría del SAP que afirma “que los niños rechazan a uno de los progenitores por una manipulación del otro. Habla de lavado de cerebro, inoculación, sin embargo no existe comunidad científica que reconozca esta teoría, la OMS la excluye de su listado de patologías y es rechazada por la Asociación de Psicólogos Americana, que niega la validez del síndrome por no haber sido comprobado nunca”.
Y argumenta que “algunos jueces utilizan el SAP para frenar las denuncias de abuso sexual de menores”, bajo la lógica de desacreditar el testimonio del niño, argumentando que la madre, padre o profesional en este caso, lo indujeron a mentir”.
“Es necesario remarcar que se llega a esta injusta situación debido a la falta de apoyo del Colegio de Psicólogos al cual pertenezco, del Distrito VIII Azul, ya que es el único Colegio de Psicólogos que adhiere al SAP y me sanciona administrativamente en base a esta postura ideológica, ya que consideran que el relato de la niña denunciando lo que sufrió pudo ser ‘inducido’ por mí en mi rol profesional. Esto es gravísimo porque no toma en cuenta los costosos avances que hemos venido logrando en la defensa del interés superior del niño y este delito que es el más invisibilizado”, añadió la psicóloga.
Lezcano consideró que inhabilitar su matrícula, la coloca en una “posición de total injusticia, debido a que solo cumplí con mi deber profesional de realizar un diagnóstico presuntivo y presentar el informe con los dibujos realizados por la niña a la madre de la misma. Siendo su único compromiso el de respetar el interés superior del niño. Que sea Justicia y no se invisibilice el peor de los delitos”.
LAS JORNADAS ANTERIORES
En el marco del proceso que preside el Tribunal Oral Criminal 1, en los Tribunales de nuestra ciudad, en las tres jornadas precedentes se sumaron testimonios que no fueron positivos respecto de la figura y el desempeño profesional de Lezcano.
El pasado martes, declaró la psiquiatra infantojuvenil María Adriana Castorino, quien actualmente atiende a la niña cuyo dibujo habría sido alterado por Lezcano y trata de superar la instancia de revinculación con su padre y familia paterna, tras la orden judicial de impedir el contacto con ellos.
También brindó su testimonio la psicóloga del Juzgado de Familia, María Cecilia Dupleix, quien en un primer diagnóstico constató indicadores de abuso y por ello se activó la restricción de contacto con el progenitor.
Castorino expresó que había diagnosticado a la menor con un trastorno de ansiedad agudo intenso que podía responder a distintos factores de su personalidad, que podía estar vinculado a la separación tortuosa de sus padres, pero no tenía por qué ligase a una situación de abuso sexual.
La profesional también aseguró que la propia niña le confesó que la denuncia contra su padre “no era cierta” y que se sentía “muy angustiada por eso”.
Por su parte, Dupleix recordó que la medida del Juzgado de Familia, tomada a instancias de su peritaje, fue a partir de un diagnóstico presuntivo, con el fin de proteger a la presunta víctima e investigar el delito, hasta tanto se profundizara en la causa.
Por el estrado también pasaron los familiares de la niña, tanto de la rama paterna como materna, quienes coincidieron en remarcar el tiempo doloroso que han venido viviendo desde que comenzaron a creer que la pequeña había sido abusada por su padre.
Además, la abuela materna de la menor recordó que fueron conminadas por Lezcano a denunciar el supuesto abuso y hasta se sintieron intimidadas cuando la psicóloga les habría advertido que de no hacerlo, corría riesgo la tenencia de la niña, porque ella misma se presentaría en la justicia.
En el proceso también fueron llamados a declarar otros profesionales de la psicología, como el Licenciado Adolfo Loreal, en su condición de perito, quien refutó la presunción de que la menor fuera víctima de un abuso y recordó que su conclusión “enfureció a Lezcano”. Desde el punto de vista profesional y personal, se sabe que el actual concejal y la psicóloga acusada están en las antípodas y no mantienen una buena relación.
Lezcano es representada por el Dr. Carlos Zimerman, en tanto que el fiscal del proceso es el Dr. Marcos Eguzquiza y el tribunal que la juzga está integrado por los magistrados Guillermo Arecha, Gustavo Agustín Echeverría y Carlos Pocorena.